
Los Textos literarios son aquellos escritos en que el autor denota emotividad como producto de la realidad en que vive, así como de su ideología, de lo que percibe y siente en el momento en que escribe la obra.
El escritor se expresa por media de un lenguaje metafórico y rico en expresividad.
Los Textos literarios son subjetivos y cada lector interpreta esas obras desde su punto de vista particular.
Clasificación:
Los Textos literarios se clasifican como: narrativos, dramáticos o líricos.
• Textos narrativos. Estas son composiciones escritas en prosa. Contienen un relato sobre algún acontecimiento real o ficticio, desplazado en el tiempo y en el espacio. Entre este tipo de Texto destacan la novela y el cuento.
• Textos dramáticos. Estos Textos ofrecen como panorama el conflicto entre dos o más persono/es; el desarrollo de la obra está encaminado a presentar como se desarrolla dicho conflicto y cuál es su enlace.
Aspectos lingüísticos.
En los apartados anteriores ya se recogen todos los aspectos lingüísticos predominantes en los textos literarios. No se trata, en cualquier caso de una lista detallada de figuras y elementos estilísticos; antes, al contrario, son realmente pocos los señalados. El análisis de un texto literario no debe ser una búsqueda de figura, sino una explicación de las mismas, tratando de descodificar el valor que tales figuras aportan al texto.
A diferencia de los textos informativos, en los cuales se transparenta el referente, los textos literarios son opacos, no explícitos, con muchos vacios… ¿Por qué? Porque son los lectores los que deben unir todas las piezas en juego: la trama, los personajes y el lenguaje. Tienen que llenar la información que falta para construir el sentido haciendo interpretaciones congruentes con el texto y con sus conocimientos previos del mundo.
Los textos literarios exigen que el lector comparta el juego de la imaginación para captar el sentido de cosas no dichas, de acciones inexplicables, de sentimientos inexpresivos”
CONNOTACIÓN Y DENOTACIÓN
El significado conceptual (lógico o 'denotativo'), es el significado básico de una palabra, constante tal como aparece definido en los diccionarios con una forma de expresión formal.
El uso de las palabras en el discurso, sin embargo, produce alteraciones: son los significados connotativos: todos aquellos valores significativos asociados a un término. Puede tratarse de connotaciones con valor ideológico, afectivo, estilístico, etc. La connotación puede ser producto del hablante, en un acto de habla concreto, o puede ser de uso general en una cultura dada.
Para un hablante, la palabra Navidad puede significar tristeza (melancolía, soledad, recuerdos) por sus experiencias personales, frente a la connotación positiva habitual en la sociedad (alegría, fiesta, etc.). Para Lorca verde significa tragedia, destino abocado la frustración y la muerte, cuando socialmente se suele asociar a la esperanza.
Significa: que de-nota, viene del hebreo çeno-shatio que es objetivo y va directo al punto. Por ejemplo, las palabras "arbusto verde". Si yo busco estas palabras en un diccionario la definición va a ser denotativa. Entonces, cuando te pregunten, ¿Que es denotación? La respuesta sería: Denotación es cuando el texto es totalmente objetivo. En este tipo de textos no se aplican los recursos de la poesía por ejemplo: La personificación, la comparación, la metáfora, etc.
Se llama Connotación cuando un texto está escrito de manera connotativa, significa que es subjetivo. Por ejemplo los poemas normalmente son connotativos ya que tienen el uso de la metáfora, la hipérbole, la personificación. Estos elementos hacen que el texto no sea directo y no este escrito tal como algo estaría escrito en un diccionario.
GÉNEROS LITERARIOS
El género literario es un sistema que permite la clasificación de obras literarias de acuerdo a criterios semánticos, sintácticos, fónicos, discursivos, formales, contextuales, situacionales y afines. En la historia ha habido varias clasificaciones de los géneros literarios. Por lo cual no se puede asistir a una determinación en la cual se pueda categorizar todas las obras de la historia en un criterio común.
Los géneros literarios son modelos de estructuración formal y temática de la obra literaria que se ofrecen al autor como esquema previo a la creación de su obra. Los géneros literarios son los distintos grupos o categorías en que podemos clasificar las obras literarias atendiendo a su contenido. La retórica clásica los ha clasificado en tres grupos importantes: lírico, épico y dramático. A éstos algunos suelen añadir el didáctico.
Aspectos estructurales.
Los aspectos estructurales responden a la forma en que han ido apareciendo los diversos géneros. Se establecen, desde la Antigüedad clásicas tres géneros básicos: épica, lírica y dramática, que se mantienen, con matices, hasta hoy. Los tres géneros responden al grado de presencia del autor en los textos.
Lírica: El autor está totalmente presente, pues manifiesta su subjetividad, su mundo interior. Pueden verse sus características en el Texto poético con citas de autores y obras que corresponden al a Literatura.
Dramática: El autor está totalmente ausente, sólo oímos a los personajes. Consultar el Texto dramático
Épica: El autor se manifiesta a través de un narrador, con el que puede, o no estar identificado, y, además, puede que deje la voz a sus personajes. Como se entenderá, la novela es hoy el género que se corresponde con la épica
Tragedia: Se habla de tragedia cuando el personaje principal resulta destruido física o moralmente.
Drama: Se dice que una obra es dramática si la salvación o destrucción del personaje depende del mismo.
Comedia: Cuando en la obra predomina un fono ligero y tiene final feliz, se dice que es una comedia.
FIGURAS LITERARIAS
Las figuras literarias son formas no convencionales de utilizar las palabras, de manera que, aunque se emplean con sus acepciones habituales (aspecto que las diferencia de los tropos), se acompañan de algunas particularidades fónicas, gramaticales o semánticas, que las alejan de ese uso habitual, por lo que terminan por resultar especialmente expresivas. Debido a esto, su uso es característico, aunque en modo alguno exclusivo, de las obras literarias.
De forma coloquial, reciben también el nombre de recursos literarios, recursos estilísticos, recursos retóricos, figuras retóricas, figuras del discurso, etc.
Las figuras, junto con los tropos, constituyen dentro del ámbito de la Retórica, uno de los formantes básicos del ornatos retórico, el constituyente principal de la elocutio.
Las figuras literarias se dividen en dos grandes grupos: las figuras de dicción y las figuras de pensamiento.
Figuras de dicción
Las figuras de dicción afectan primordialmente a la forma de las palabras, aunque en ocasiones inciden también sobre el significado. Se distinguen cuatro categorías: figuras de transformación, figuras de repetición, figuras de omisión y figuras de posición.
Figuras de transformación
Las figuras de transformación (o metaplasmos1 ) consisten en la utilización de formas léxicas que serían, en teoría, incorrectas en la lengua ordinaria. Las más conocidas de estas figuras son las licencias métricas.
Las figuras de transformación son las siguientes: prótesis, epéntesis, parágoge, aféresis, síncopa, apócope, diástole o éctasis, sístole, diéresis, sinéresis, sinalefa, ecthlipsis y metátesis.
Figuras de repetición
Las figuras de repetición consisten en el uso de elementos lingüísticos (fonemas, sílabas, morfemas, frases, oraciones...) que ya habían sido usados en el mismo texto. La repetición no tiene por qué ser necesariamente exacta, por lo que en muchas ocasiones se dan casos de semejanza.
Las figuras de repetición son las siguientes: aliteración, onomatopeya, homeotéleuton, anáfora, epifora, complexo, geminación, anadiplosis, gradación, epanadiplosis, polisíndeton, anonimato (paronomasia, derivativo, figura etimológica, diáfora, políptoton), traductio, equívoco/antanaclasis, paralelismo (isocolón, parison, correlación), quiasmo y conmutativo/retruécano.
Figuras de omisión
Las figuras de omisión consisten en la supresión de un elemento lingüístico necesario, en teoría, para la construcción del texto. Su uso tiende a aligerar la expresión.
Las figuras de omisión son las siguientes: asíndeton, elipsis, zeugma, silepsis, reticencia o aposiopesis, braquilogía y paralipsis (también llamada preterición o pretermisión).
Figuras de posición
Las figuras de posición son aquellos procedimientos que se basan en la alteración del orden normal de las partes de la oración.
Las figuras de posición son las siguientes: hipérbaton, anástrofe, tmesis y synchysis/mixtura verborum.
Figuras de pensamiento
Las figuras de pensamiento afectan principalmente al significado de las palabras. Se distinguen las siguientes categorías: figuras de amplificación, figuras de acumulación, figuras lógicas, figuras de definición, figuras oblicuas, figuras de diálogo, figuras dialécticas (o de argumentación) y figuras de ficción.
Figuras de amplificación
Aunque la, en latín, amplificatio, no es tanto un desarrollo más por extenso de una idea sino más bien su realce (por un uso especial de la entonación, por ejemplo), en la práctica las figuras de amplificación incluyen técnicas de alargamiento de los contenidos de un texto.
Las figuras de amplificación son las siguientes: expolitio, interpretatio, paráfrasis, isodinamia, digresión y epifonema.
Figuras de acumulación
Las figuras de acumulación son procedimientos que buscan la adición de elementos complementarios a las ideas expuestas.
Las figuras de acumulación son las siguientes: enumeración, distributio, epífrasis y epíteto.
Figuras lógicas
Las figuras lógicas son procedimientos que tienen que ver con las relaciones lógicas entre las ideas dentro de un texto; de forma especial, se considera la relación de contradicción o antinomia, por lo que la figura lógica por antonomasia es la antítesis. Como variantes de esta, se encuentran la cohabitación, la paradoja y el oxímoron.
Figuras de definición
Las figuras de definición (y descripción) se utilizan para reflejar lingüísticamente la esencia o apariencia de los temas tratados (personas, objetos, conceptos...).
Las figuras de definición y descripción son las siguientes: definitio, prosopografía, etopeya, pragmatografía, topografía, cronografía y evidentia / demonstratio.
Figuras oblicuas
Las figuras oblicuas designan de forma indirecta una realidad utilizando las palabras en sentido apropiado. Constituyen la frontera con los tropos.
Las figuras oblicuas son las siguientes: perífrasis o circunloquio, lítotes o atenuación, y preterición.
Figuras de diálogo o figuras patéticas
Las figuras de diálogo son las propias del estilo directo, pues subrayan el carácter comunicativo del discurso. Se denominan también figuras patéticas pues pretenden incidir afectivamente en el destinatario.
Las figuras de diálogo son las siguientes: apóstrofe / invocación, exclamación, interrogación retórica, optación y deprecación.
Figuras dialécticas
Las figuras dialécticas o de argumentación son las propias de los debates dialécticos (la disputatio, en latín); se trata de técnicas argumentativas.
Las figuras dialécticas son las siguientes: concessio, correctio, dubitatio, communicatio, conciliatio y distinctio / paradiástole; pueden, además, incluirse aquí las llamadas probationes argumentativas, o pruebas expuestas por el orador para defender su argumentación: simile, argumentum y sententia.
Figuras de ficción
Las figuras de ficción permiten presentar como reales situaciones imaginarias.
Las figuras de ficción son las siguientes: personificación / prosopopeya, sermocinatio / idolopeya y subiectio / percontatio.
http://maneras.turemanso.com.ar/teoria/literario.html
http://www.abcdatos.com/programas/educativos/infantiles/matematicas.html





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